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INFARTO CEREBRAL

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Se produce por la limitación o ausencia del flujo sanguíneo debida a obstrucción de una de las arterias que irrigan al cerebro. Su aparición es repentina, aunque muchas veces es precedida por síntomas generalmente leves. Puede suceder a cualquier edad, pero sobre todo en personas mayores de 65 años. Constituye la segunda causa de muerte a nivel mundial, con 15 millones de defunciones anuales; en México es la sexta causa, con poco más de 35 mil muertes al año.

Una de cada 3 personas que lo sufre queda con algún grado de discapacidad, debido a que el cerebro es el responsable de generar los movimientos, percibir las sensaciones y ejecutar las acciones del cuerpo; muchas de estas personas quedan con limitaciones muchas veces severas incluso para realizar las actividades mas elementales como hablar, vestirse, alimentarse o desplazarse sin ayuda. Por tanto, la detección temprana y la pronta atención médica son las claves para reducir significativamente las secuelas.

Con el objetivo de concientizar a la población acerca de tan serio problema, la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León estableció en el 2012 las estrategia «HEROE» para población de habla hispana, que con una sigla ayuda a identificar a tiempo los síntomas:

H (habla incoherente, extraña o con dificultad).

E (extremidades con debilidad, adormecimiento o parálisis).

R (rostro adormecido o desviado hacia un lado).

O (ojo paralizado o con pérdida de visión).

E (emergencia; llamar o acudir de inmediato).

Nadie se encuentra a salvo de padecerlo, pero el factor de riesgo mas importante, por cierto modificable, es la hipertensión arterial; le siguen diabetes mellitus, hipercolesterolemia (cifra elevada de colesterol en sangre), obesidad, sedentarismo, alcoholismo y tabaquismo.

Dr. Eduardo Salomón Arano.

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