
INFARTO CEREBRAL
agosto 15, 2021
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febrero 15, 2023A continuación, sugerimos ciertos hábitos que han mostrado retrasar o disminuir el impacto del envejecimiento.
El primero de los hábitos consiste en realizar actividad física cotidianamente. Se recomienda realizar 30 minutos de ejercicios cardiovasculares a un ritmo moderado, pudiendo combinarse con ejercicios de fuerza.
Una alimentación sana es otro hábito muy importante. Una nutrición adecuada evitará la oxidación causada por las partículas que se encuentran en el medio ambiente, además de que aporta, entre otras sustancias, antioxidantes, vitaminas y minerales. Aunado a esto, la hidratación continua oxigenará la piel y ayudará a combatir la formación de arrugas pronunciadas.
El sueño es esencial, descansar de manera óptima traerá múltiples beneficios, disminuirá el estrés, la angustia y el cansancio, logrando funciones regeneradoras y estabilizadoras. Además, los mecanismos de reparación de la piel actúan mejor durante la noche, momento en el que se crean nuevas células y tejidos.
Por último, más allá de la actividad física, el ejercicio y el buen dormir, hay un factor externo que influirá en el envejecimiento: fumar. Se ha estudiado que la piel de los fumadores envejece más rápido que las de aquellas personas que tienen un estilo de vida sano. En este caso, el humo del tabaco seca la piel y disminuye el flujo sanguíneo, privándola de oxígeno.
El envejecimiento es inevitable, pero si uno hace lo posible por adoptar hábitos sanos como los antes mencionados, seguramente el impacto de este proceso será menor y la calidad de vida mejorará.
