Existen 4 tipos y lo primero es ser diagnosticados por un médico. Para ello es necesario acudir períodicamente a un chequeo general y no esperar a sentirse mal.

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Diabetes tipo 1. Se desconoce su causa, pero se sabe que en estos casos se han destruido las células beta del páncreas, que son las que producen insulina. Generalmente aparece en la niñez y debe tratarse desde un principio con insulina.
Diabetes tipo 2. Es la más común y aunque se asocia a un factor genético, pudiera prevenirse llevando un estilo de vida saludable que incluya una correcta alimentación, ejercicio y visitas al médico. Se asocia fuertemente con sobrepeso y vida sedentaria y se trata con cambio en los hábitos de alimentación, ejercicio y medicamentos tomados o inyectados.
Diabetes gestacional. La que se presenta durante el embarazo y desaparece después del parto. En este caso, la planificación del embarazo y el mantener un peso corporal adecuado antes de embarazarse son muy importantes. Es de vital importancia llevar un control adecuado de las cifras de glucosa en sangre durante todo el embarazo y después del mismo para bien del binomio madre/hijo.
Otros tipos específicos, generalmente asociados a otras enfermedades.